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Un buen flan de huevo debe ser de textura suave, agradablemente cremoso, ligero, sin hoyuelos y con un caramelo suave, que endulce y bañe...
El secreto para obtener un flan de huevo de estas características está en tamizar la mezcla antes de llenar nuestras flaneritas y luego vigilar que la cocción sea a la temperatura óptima, para que el agua del baño María no burbujee. De lo contrario, los flanes saldrán con los antiestéticos hoyuelos.
Son dos pasos sencillos y fundamentales para conseguir esta delicia suave y cremosa.
(Editado)
INGREDIENTES: (Para 4 flanes )
100 g. de azúcar ,60 ml. de agua, 2 huevos y 4 yemas, 115 g. de azúcar, media cucharadita de vainilla líquida y medio litro de leche.
ELABORACIÓN:
1- Ponemos los 100 g. de azúcar y el agua en un pequeño cacito y llevamos a ebullición, para preparar un caramelo suave. Dejamos hervir sin remover, pincelando con una brocha humedecida en agua los lados del cazo, para evitar que se formen cristales de azúcar.
En cuanto tome color dorado el caramelo, lo retiramos y vertemos en las flaneras, bañando base y lados de éstas.
2- Ponemos en un cuenco los huevos y las yemas, el azúcar y la vainilla . Mezclamos muy bien con unas varillas.
3- Calentamos la leche, sin llegar a hervir y vertemos muy poco a poco sobre la mezcla de huevo, sin dejar de mover enérgicamente con las varillas.
4- Tamizamos ( colamos ) esta mezcla antes de verterla sobre las flaneras.
5- Horneamos al baño María a 170 grados, durante aproximadamente 50 minutos.
Muy importante vigilar que el agua del baño María no burbujee ( para que no salgan hoyuelos al flan ).
Obtendremos un flan perfecto, suave y cremoso.