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Las magdalenas caseras son uno de los dulces que más me gustan y siempre vienen bien en una casa. Desayuno, merienda, infusión de la tarde... ¿Por qué renunciar a un dulcecito casero tan adorable como unas deliciosas magdalenas tan sencillas de hacer y al alcance de cualquiera?
INGREDIENTES: (12 magdalenas)
100 g. de huevos, 125 g. de azúcar, 160 g. de harina de repostería, 4 g. de levadura en polvo, media cucharadita de aroma de vainilla, 60 g. de mantequilla de buena calidad, 25 g. de nata líquida y 25 g. de leche entera. Azúcar glas para espolvorear.
ELABORACIÓN:
1- Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que estén esponjosos y semimontados.
2- Tamizamos la harina junto con la levadura y las añadimos poco a poco a la mezcla anterior de huevos. Mezclamos bien.
3- Añadimos la vainilla y mezclamos.
4- Derretimos en un pequeño cazo la mantequilla junto con la leche y la nata, a fuego medio, sin que llegue a hervir. Removemos hasta que la mantequilla esté completamente fundida, separamos del fuego y dejamos templar.
5- Agregamos desde el borde del recipiente a la mezcla de harina y mezclamos bien.
6- Tapamos con film la masa obtenida y dejamos que repose en frío al menos durante una hora.
7- Vertemos la masa en moldes de papel para magdalenas colocados dentro de moldes rígidos, llenando los dos tercios de su capacidad.
8- Precalentamos el horno a 200 grados y metemos las magdalenas a hornear, dejando esta temperatura los 5 primeros minutos y luego la bajamos a 180 grados hasta el final del horneado ( cuándo se vean doraditas)
9- Retiramos del horno y desmoldamos rápidamente sobre una rejilla para evitar la condensación.
10- Espolvoreamos con azúcar glas y en cuánto se enfríen completamente conservamos en recipiente hermético.