"Brunch saludable". Taller de cocina en el centro comercial Thader (Murcia).

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Una de mis pasiones, como saben los que me conocen un poco, es la cocina.
Hace cuatro años que dedico gran cantidad de mi tiempo a mi blog de cocina "Cuchillito y Tenedor".
Intento dar lo mejor de mí misma y tengo infinito respeto hacia mis lectores. 
A esas personas que me dedican un momento de su tiempo, visitan mi blog, leen lo que yo escribo y se interesan por las recetas que elaboro.
Procuro mejorar día a día la calidad de mis platos, la fotografía y la redacción, por qué no decirlo.  
Tomo muy en serio mi trabajo en el blog y jamás publico una receta que no de la talla y no pase "control de calidad".

Es cierto que dedico mucho tiempo a "Cuchillito y Tenedor". Pero debo confesar que me ha regalado grandes satisfacciones, que sin el blog de cocina no hubiese podido experimentar.
Me gusta el contacto con la gente, el público que asiste a los talleres de cocina, que ahora está muy de moda, pero a mí siempre me ha gustado y me seguirá gustando cuándo lo que se lleve sea hacer papiroflexia.

El blog me ha obligado a aprender, a asistir a todos los cursos de cocina que se han puesto a mi alcance y adentrarme en el apasionante mundo de los fogones, la alquimia, la mezcla de ingredientes que da como resultado la maravillosa magia de disfrutar de un plato elaborado con nuestras propias manos.

Hace un par de días he podido disfrutar del contacto con el público una vez más, en el taller de cocina organizado en el marco de las jornadas Gourmet del Centro comercial Thader de la ciudad dónde resido, Murcia.

Dedicamos la tarde a elaborar un "Brunch Saludable" para 25 personas, utilizando productos ecológicos que una famosa marca comercial local, Delizum, puso a nuestra disposición.
Pudimos impartir 2 talleres, a las 7 y a las 8 de la tarde.

Siempre preparo mis talleres con mucha ilusión y mucho respeto hacia el público que asiste, procurando dar a los demás lo que yo quisiera para mí.
Unas recetas novedosas, interesantes, asequibles y muy resultonas, que valgan la pena.,
Me gusta pensar que las personas que se sientan a escuchar lo que les contamos, no sienten que han perdido el tiempo, sino que ha valido la pena.

Siempre me preguntan...
 ¿No te da vergüenza? ¿ no te da corte que te estén mirando tantas personas? ¿ No te da miedo qué algo se tuerza y pueda salir mal?...
Pues claro que me da miedo.
Mi sentido de la responsabilidad así lo exige, pero...
Vergüenza???
Ninguna!!!

Preparo los talleres con la máxima responsabilidad.
Procuro que nada quede al azar, a veces... no duermo.
Apunto todo lo que necesito y me fijo en cada detalle para que todo salga lo mejor posible.
Pero...

Soy humana y claro que algo puede torcerse....
El horno puede no funcionar... La luz puede marcharse y no se puede montar la nata...
Se te puede caer al suelo la bandeja antes de hornearla...
Puede que te hayas olvidado de un ingrediente imprescindible...
Puede haber un "borde" entre el público que te haga preguntas imposibles de responder... Que alguna vez me ha pasado y he salido del " trance" como he podido...

Vergüenza???
Noooo.
La vergüenza, como he dicho en  multitud de ocasiones, se esfuma con las arrugas y el secreto está en la naturalidad.
Cómo digo siempre en mis talleres de cocina:  Hay que ser sinceros
 - Decidme la verdad... ¿Os han gustado las recetas?
¿Estaban buenos los platos?
¿Qué podríamos mejorar aquí?
¿Qué pondríais vosotros? ¿Qué suprimiríais?

Se trata de ser humilde, de ser nosotros mismos, de aprender día a día del que tenemos enfrente y sabe posiblemente más que nosotros.
Los títulos no valen, sirve la experiencia, la buena mano, la originalidad, la fantasía, la creatividad...
Cuántas personas creativas, estupendas, maravillosas se han cruzado en  mi camino durante estos cuatro años...
Buffff... muchas!!!

He tenido la suerte de poder conocer a muchos hombres y mujeres apasionados de la gastronomía como yo que me han dado lecciones..., de vida.
Soy afortunada.
Siento que no merezco tanto cariño, tanto aplauso que agradezco en el alma y en el fondo de mi corazón.
Me emociona esa niña que me pide un autógrafo tras asistir a mi taller de cocina con "los ojos como platos"... 
Si yo no soy nadie... Todo el trabajo ha valido la pena!!!
No puedo sentir sino emoción y profundo agradecimiento.

Espero poder seguir desarrollando esta actividad apasionante durante mucho tiempo.
Esta ocasión, además ha sido especial para mí.
Cómo sabéis los que me conocéis algo...
Salgo de una etapa "dura" y me toca luchar por salir adelante, luchar por remontar el vuelo....
Ha sido una tarde maravillosa, de verdad, inolvidable!!!
Gracias... mil.